El antiguo presidente de THQ, Jason Rubin, ha desvelado las duras condiciones laborales bajo las que se gestó Metro: Last Light, lanzado esta misma semana y que ha recibido una calurosa acogida. Según nos cuenta Rubin, el equipo desarrollador del juego, los ucranianos 4A Games, soportaron unas condiciones laborales durísimas para poder cumplir con el proyecto.
Por lo visto, el juego contó con un presupuesto inferior al que otros títulos destinan solo a las secuencias de vídeo, además de tener un motor gráfico propio realmente avanzado. Todo el proyecto contó con menos empleados que el que las grandes empresas destinan solo para el departamento técnico,
Rubin intentó mejorar en la medida de lo posible las condiciones laborales de los empleados. Por ejemplo, nos cuenta que estos se sentaban en sillas plegables, totalmente pegados unos a otros en una oficina en condiciones prácticamente de hacinamiento. Rubin quiso hacerles llegar sillas de oficina, pero no pudieron encontrarlas en Ucrania, y tuvieron que entrar con ellas por la frontera casi como contrabandistas. Igualmente, cada vez que se requería hardware nuevo para testear el juego, un trabajador de 4A Games tenía que volar a Estados Unidos y venir con el equipo en cuestión en su mochila, para evitar las aduanas.
Otras detalles son más inquietantes, si cabe. La electricidad fallaba con frecuencia en las oficinas…hasta el punto de que muchos empleados tuvieron que recurrir a traer sus propios generadores eléctricos para poder continuar con su trabajo. Algunos empleados también tuvieron dificultades fuera del trabajo, como cuando uno de ellos llegó a su casa y se encontró con un georgiano armado esperándole, e “invitándole” a que abandonase su piso de alquiler de inmediato.
Por último, Rubin ha criticado las labores de Deep Silver (Koch Media) como distribuidora después de la quiebra de THQ, lo que ha provocado que se enzarce (vía Twitter) con una empleada de la otra empresa.
Y vosotros, ¿os sentís cómodos comprando juegos que han sido desarrollados bajo unas condiciones tan miserables?. Aún pese a todo, Metro: Last Light ha recibido una buena acogida, como decíamos.
